Los jóvenes aficionados al fútbol deben saber que el partido del Madrid contra la Fiorentina celebrado en 1957 fue grabado en Florencia. Nos lo ponen difícil a los cientos o miles de millones que hemos descubierto en el fútbol la gran diversión y el gran consuelo de la vida, pero llegada la hora de la verdad -llegado el partido-, seguimos siendo cómplices del secretismo que permite que los amos roben con impunidad.