Una década que siguió marcada por la crisis económica mundial que se inició en 2008. La prolongación de la crisis provocó a mitad de la década una fuerte caída de las materias primas lo que afectó a los países emergentes como Brasil, Rusia o China, en donde parte de su matriz económica continuaba muy atada al precio de las comodities. Fue especialmente intensa la caída del precio del petróleo, debido a la crisis y el apogeo de la fractura hidráulica (fracking), provocando importantes cambios económicos a nivel mundial.